LAS PAPAS Y LOS SUEÑOS

¿Alguien se compraría en el mercado un kilo de papas por 20 €? ¿Alguien se las compraría, aunque no le gustasen, sólo porque cada mes cuestan un euro más? Lo dudo.

Pero es lo que hacemos con los pisos o con las acciones...

Warren Buffett (el inversor al que mejor le ha ido del mundo) decía que la razón más estúpida para comprar una acción es que está subiendo.

Y entonces por qué lo hacemos?

Pues porque lo que compramos no son casas, sino fantasías y/o miedos. Fantasías de plusvalías fantásticas mientras uno se toca la barriga (para los que tienen posibles), y miedo de que cada día que pasa nos cueste más, para los que tienen que ajustarse el cinturón cada mes.

Y lo que tienen las fantasías y los miedos, a diferencia de las papas, es que son difíciles de valorar. A la lechera del cuento se le fue la olla en doscientos metros de paseo campestre, y el miedo... bueno, todos los poderosos basan su poder en que el miedo al palo llega mucho más lejos que el palo.

Por eso se me hace odioso que digan que los pisos están “valorados” en tanto, cuando a nadie se le ocurre decir que esta papa está valorada en 0,15 €.

La papa cuesta 0,15 €, pero el piso "está valorado" en 300.000 €. Posiblemente si dijeran que el precio es 300.000 € nos parecería mucho, pero no es el caso, porque no es su precio, sino su "valoración"; y ésta puede ser tan enorme como nuestros miedos y nuestras fantasías, y ahí ya cada uno es de su padre y de su madre.

La papa no nos asusta ni nos excita, y por eso somos más razonables. Cuando se acabe el cotillón y llegue la resaca muchos van a volver a comer papas, pero ahí no van a estafarles. Algo es algo.