viernes, junio 16, 2006

LA NUEVA ECONOMÍA
Ayer le compré fruta y verdura a un tipo con una furgoneta que pasaba por mi barrio pegando voces. Sobre todo le compré tomates, para hacer gazpacho. A euro los dos kilos. En una gran cadena el otro día estaban a 2 euros el kilo.

Hagan cuentas: un euro por dos kilos, un kilo por dos euros. Uno va hasta el super, hace colas y encima paga 4 veces más.

Vale, los del super son todos del mismo tamaño y color, bien empaquetaditos en plasticurri. ¿Y a mí que? A mí me gustan los tomates reales, de diferentes colores y tamaños, y además me cae bien el tipo de la fregoneta, un agricultor moreno y ajado que debe estar harto de que se la metan tropecientos intermediarios. En este reportaje de El Mundo cuentan como el precio del tomate sube un 246% del agricultor al cliente final (la clementina un 688%).

A partir de hoy mi distribuidor oficial de fruta y verdura es un payo con una fregoneta polvorienta. El va a ganar más por sus días al solano, y yo gastaré menos en los mismos ( o mejores) productos. Por lo que a mí respecta, se les acabó el duro a esos intermediarios vampíricos.

Y por si fuera poco, va uno y hace amigos.

2 Comments:

At 7:28 p. m., Blogger José María Mateos said...

Me recuerda a la cooperativa de mi pueblo: compran las cajas de cerezas (valle del Jerte) a 50 céntimos los 2 kilos, creo recordar. Y luego ellos la venden a millonada y media. Parece que la gente empieza a espabilar poco a poco...

 
At 9:17 p. m., Blogger rasante said...

yo solo espero que los agricultores cojan sus fregonetas y se paseen por los barrios gritando sus ofertas: la gente iba a espabilarse rapidito, como yo ayer...

 

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